viernes, 30 de septiembre de 2016
unidad IV: plan de la patria año 2013-2019
Objetivos nacionales vinculados al Pnf-Inf
-Desarrollar nuestras capacidades científico-tecnológicas vinculadas a las necesidades del pueblo
-Desarrollar nuestras capacidades científico-tecnológicas vinculadas a las necesidades del pueblo
Objetivos Generales Relacionados con el PNF Informática
Desarrollar una actividad científica, tecnológica y de innovación, transdisciplinaria asociada directamente a la estructura productiva nacional, que permita dar respuesta a problemas concretos del sector, fomentando el desarrollo de procesos de escalamiento industrial orientados al aprovechamiento de las potencialidades, con efectiva transferencia de conocimientos para la soberanía tecnológica.
Crear una Red Nacional de Parques Tecnológicos para el desarrollo y aplicación de la ciencia, la tecnología y la innovación en esos espacios temáticos y en los parques industriales en general .
. Fortalecer y orientar la actividad científica, tecnológica y de innovación hacia el aprovechamiento efectivo de las potencialidades y capacidades nacionales para el desarrollo sustentable y la satisfacción de las necesidades sociales, orientando la investigación hacia áreas estratégicas definidas como prioritarias para la solución de los problemas sociales .
Crear espacios de innovación asociadas a unidades Socio productivas en comunidades organizadas, aprovechando para ello el establecimiento de redes nacionales y regionales de cooperación científico—tecnológica, a fin de fortalecer las capacidades del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Garantizar el acceso oportuno y uso adecuado de las telecomunicaciones y tecnologías de información, mediante el desarrollo de la infraestructura necesaria, así como de las aplicacionesinformáticas que atiendan necesidades sociales.
Fomentar la consolidación de los espacios de participación popular en la gestión pública de las áreas temáticas y territoriales relacionadas con la ciencia, la tecnología y la innovación .
Transformar la praxis científica a través de la interacción entre las diversas formas de conocimiento, abriendo los espacios tradicionales de producción del mismo para la generación desaberes colectivizados y nuevos cuadros científicos integrales.
Impulsar la formación para la ciencia, tecnología e innovación, a través de formas de organización y socialización del conocimiento científico para la consolidación de espacios de participación colectiva .
Actualizar y orientar los programas formativos integrales y permanentes hacia las necesidades y demandas del sistema productivo nacional, con el fin de garantizar la formación técnica, profesionaly ocupacional del trabajo .
Propiciar el programa la Escuela en la Fábrica, o unidad productiva a efectos no sólo de mejorar los niveles de preparación para el trabajo, sino más aún la cultura del mismo, la organización en Consejos de Obreros y el Punto y Círculo como elementos sustanciales del cambio del modelo productivo.
Consolidar el despliegue de la infraestructura educativa del país, en los centros universitarios, técnicos, medios y ocupacionales, tanto en las unidades de producción como en los parques industriales .
Desarrollar aplicaciones informáticas que atiendan necesidades sociales.
Generar y difundir a través de las TIC contenidos basados en valores nacionales, multiétnicos y pluriculturales de nuestros pueblo s y, con ellos, los principios inherentes al Socialismo Bolivariano .
Garantizar la creación y apropiación del conocimiento para el desarrollo, producción y buen uso de las telecomunicaciones y tecnologías de la información.
Ampliar la capacidad científico-técnica y humanística para garantizar la seguridad y soberanía en la producción de los insumos materiales, así como la producción teórico-metodológica y artística, necesarias para el buen vivir, mediante el incremento en un 70% el financiamiento a la investigación e innovación orientadas a proyectos que apuntalen la felicidad del pueblo.
unidad IV: plan de la patria año 2013-2019
Objetivos estratégicos del plan de la patria relacionado con nuestro pnf
-Consolidar un estilo científico, tecnológico e innovador de carácter transformador, diverso, creativo y dinámico, garante de la independencia y la soberanía económica, contribuyendo así a la construcción del Modelo Productivo Socialista, el fortalecimiento de la Ética Socialista y la satisfacción efectiva de las necesidades del pueblo venezolano.
-Fortalecer los espacios y programas de formación para el trabajo liberador, fomentando los valores patrióticos y el sentido crítico.
-Impulsar el desarrollo y uso de equipos electrónicos y aplicaciones informáticas en tecnologías libres y estándares abiertos.
- Establecer una política satelital del Estado venezolano para colocar la actividad al servicio del desarrollo general de la Nación.
unidad IV: plan de la patria año 2013-2019
OBJETIVOS HISTÓRICOS DEL PLAN DE LA PATRIA
I. Defender, expandir y
consolidar el bien más preciado que hemos reconquistado después de 200 años: La
Independencia Nacional.
El primero de ellos, relativo a la consolidación de nuestra Independencia,
se refiere al conjunto de objetivos nacionales y estratégicos en los órdenes
político, económico, social y cultural, principalmente, cuyo alcance nos
permitirá sentar las bases de la irreversibilidad de la soberanía nacional.
Contempla la necesidad de garantizar la continuidad del proceso revolucionario,
lo que implica lograr la más contundente victoria popular en las elecciones
presidenciales del 7 de octubre del 2012. Para ello, la unidad de los
trabajadores y trabajadoras, pequeños y medianos productores y productoras del
campo y la ciudad, así como demás sectores sociales del pueblo, es condición
indispensable. Asimismo, se plantea preservar la soberanía sobre nuestros
recursos petroleros en particular, y naturales en general. Lo anterior, a su
vez, habrá de traducirse en la capacidad fortalecida para manejar soberanamente
el ingreso nacional. Lograr la soberanía alimentaria, desencadenando nuestro
potencial agroproductivo, será otro de las objetivos estratégicos. De vital
importancia para el logro de este primer gran objetivo es el pleno desarrollo
de nuestras capacidades científico-técnicas, creando las condiciones para el
desarrollo de un modelo innovador, transformador y dinámico, orientado hacia el
aprovechamiento de las potencialidades y capacidades nacionales, así como la
necesidad de afianzar la identidad nacional y nuestroamericana, partiendo del
principio bolivariano de que “la Patria es América”. Por último, se incluye en este
primer gran objetivo el fortalecimiento del poder defensivo nacional,
consolidando la unidad cívico-militar e incrementando el apresto operacional de
la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para la defensa integral de la Patria.
II. Continuar construyendo
el Socialismo Bolivariano del siglo XXI en Venezuela, como alternativa al
modelo salvaje del capitalismo y con ello asegurar la “mayor suma de seguridad
social, mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad”, para
nuestro pueblo.
En cuanto al segundo gran objetivo
histórico, se prefigura en las formas de construcción del socialismo nuestro
para alcanzar la suprema felicidad social del pueblo, esto pasa, en primer
lugar, por acelerar el cambio del sistema económico, trascendiendo el modelo
rentista petrolero capitalista al modelo económico productivo socialista, dando
paso a una sociedad más igualitaria y justa, rumbo al socialismo, sustentado en
el rol del Estado Social y Democrático, de Derecho y de Justicia, con el fin de
seguir avanzando en la plena satisfacción de las necesidades básicas para la
vida de nuestro pueblo: la alimentación, el agua, la electricidad, la vivienda
y el hábitat, el transporte público, la salud, la educación, la seguridad
pública, el acceso a la cultura, la comunicación libre, la ciencia y la
tecnología, el deporte, la sana recreación y al trabajo digno, liberado y
liberador. Lo anterior se relaciona con la necesaria promoción de una nueva
hegemonía ética, moral y espiritual que nos permita superar los vicios, que aún
no terminan de morir, del viejo modelo de sociedad capitalista. Al respecto,
mención especial merece el propósito expreso de seguir avanzando en el
desarrollo de un modelo de seguridad pública para la protección de la vida
humana y direccionar una definitiva revolución en el sistema de administración
de justicia, para acabar con la impunidad, lograr la igualdad en el acceso y
erradicar el carácter clasista y racista en su aplicación. Por último, para el
logro de este segundo gran objetivo es estratégico desatar la potencia
contenida en la Constitución Bolivariana, logrando la irrupción definitiva del
nuevo Estado Social y Democrático, de Derecho y de Justicia, mediante la
consolidación y expansión del poder popular a través de las Misiones y Grandes
Misiones Socialistas y el autogobierno en poblaciones y territorios específicos
conformados como Comunas, entre otras políticas.
III. Convertir a Venezuela
en un país potencia en lo social, lo económico y lo político dentro de la gran
potencia naciente de América Latina y el Caribe, que garanticen la conformación
de una zona de paz en nuestra América.
El tercer gran objetivo
histórico, convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico
y lo político dentro de la Gran Potencia Naciente de América Latina y el
Caribe, que garantice la conformación de una zona de paz en Nuestra América, se
orienta hacia la consolidación del poderío político, económico y social para lo
cual se requiere, entre otras metas, la definitiva irrupción del Estado
Democrático y Social, de Derecho y de Justicia, y el fortalecimiento de la
estabilidad y la paz de la Nación. Más allá, esta propuesta histórica incluye
el objetivo estratégico de desarrollar el poderío económico nacional,
aprovechando de manera óptima las potencialidades que ofrecen nuestros
recursos. Igualmente, se propone ampliar el poderío militar para la defensa de
la Patria, fortaleciendo la industria militar venezolana, y profundizando la
nueva doctrina militar bolivariana y el desarrollo geopolítico nacional. Lo
cual comprende el compromiso de seguir desempeñando un papel protagónico en el
proceso de construcción de la unidad latinoamericana y caribeña, impulsando la
Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y Petrocaribe,
así como dinamizando los nuevos espacios regionales: la Unión de Naciones
Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
(Celac).
IV. Contribuir al
desarrollo de una nueva geopolítica internacional en la cual tome cuerpo mundo
multicéntrico y pluripolar que permita lograr el equilibrio del universo y
garantizar la paz planetaria.
El cuarto gran objetivo histórico implica continuar transitando el camino
en la búsqueda de un mundo multicéntrico y pluripolar, sin dominación imperial
y con respeto irrestricto a la autodeterminación de los pueblos. Por último,
plantea la necesidad de seguir sumando esfuerzos por desmontar el sistema
neocolonial de dominación imperial, eliminando o reduciendo a niveles no vitales
el relacionamiento económico y tecnológico de nuestro país con los centros
imperiales de dominación, entre otros propósitos.
V. Contribuir con la
preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana.
El quinto de los grandes objetivos históricos se traduce en la necesidad de
construir un modelo económico productivo ecosocialista, basado en una relación
armónica entre el hombre y la naturaleza, que garantice el uso y
aprovechamiento racional y óptimo de los recursos naturales, respetando los
procesos y ciclos de la naturaleza. En tal sentido, es necesario ratificar la
defensa de la soberanía del Estado venezolano sobre los recursos naturales
vitales. Este quinto gran objetivo histórico convoca a sumar esfuerzos para el
impulso de un movimiento de carácter mundial para contener las causas y
revertir los efectos del cambio climático que ocurren como consecuencia del
modelo capitalista depredador. Como es sabido, en las elecciones del 7 de
octubre de 2012, el Comandante Hugo Chávez obtuvo una arrolladora victoria,
imponiéndose por la voluntad del pueblo soberano la aplicación del Programa de
la Patria. Tras su lamentable partida física, el 5 de marzo de 2013, el dolor
de las grandes mayorías nacionales se sublimó en el compromiso de continuar su
legado, que tiene múltiples expresiones materiales y espirituales, que bien
pueden sintetizarse en la construcción del proyecto nacional que se encuentra
plasmado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en el
Programa de la Patria, hoy transformado en el Segundo Plan Socialista de
Desarrollo Económico y Social de la Nación, tras una segunda victoria electoral
de este documento programático, esta vez bajo el liderazgo del Presidente
Nicolás Maduro, quien al momento de presentar su postulación ante el Consejo
Nacional Electoral, alegó: “Vengo hoy, con el pueblo de Bolívar y de Chávez, a
inscribir esta candidatura para defender los logros conquistados en 14 años de
Revolución Bolivariana y ratificar el testamento político de nuestro
Comandante: el Programa de la Patria 2013-2019. En este día no hago otra cosa
que cumplir con la misión que me encomendara el Comandante Presidente Hugo
Chávez Frías como la he venido cumpliendo y como la cumpliré por amor a su
persona y a su obra”. Así las cosas, una vez ratificado popularmente el
Programa de la Patria en esta involuntaria segunda vuelta electoral, quedaba
pendiente cumplir la voluntad del Comandante Chávez, quien aspiraba, una vez
efectuada su toma de posesión, “entregar a la Asamblea Nacional el programa
completo de gobierno, que sería el II Plan Socialista de la Nación, 2013-2019,
para que la Asamblea lo debata y se convierta en Ley de la Repú- blica como
manda la Constitución Bolivariana”. En cumplimiento de su voluntad, el
Ejecutivo Nacional ha presentado al órgano parlamentario este documento
programático.
unidad IV: plan de la patria año 2013-2019
VISIÓN GENERAL DEL PLAN DE DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL DE LA NACIÓN
El Plan de la Patria:
Legado y testamento político
del Comandante Hugo Chávez
a. De la Agenda Alternativa Bolivariana al Proyecto Nacional Simón Bolívar
El 22 de julio de 1996, el Comandante Hugo Chávez dio a conocer al país un documento de enorme importancia política, la Agenda Alternativa Bolivariana, al cual definió, en sus propias palabras, como "un arma para la contraofensiva total" elaborada desde"un enfoque humanístico, integral, holístico y ecológico".
Se trataba de la respuesta revolucionaria a la aplicación del paquete de medidas económicas de corte neo liberal bautizado como "Agenda Venezuela", en marcha desde abril de 1996, el cual no podría ser considerado un plan o programa, pues consistió básicamente en una lista o "agenda" de exigencias del
Fondo Monetario Internacional para conceder empréstitos al gobierno del entonces presidente Rafael Caldera .
Estas medidas vinieron a ser una enmienda sin disimulo a los postulados del IX Plan de Desarrollo de la Nación 1995-1999, bautizado por sus autores como "Un proyecto de país", toda vez que presumían de haber logrado un planteamiento que reconstruía el consenso societal deshecho tras la aparatosa crisis social y política heredada del período constitucional inmediatamente precedente .
Pero a partir de esta abjuración, la segunda administración de Caldera terminó coincidiendo, mutatis mutandi, con los postulados del universalmente rechazado VIII Plan de Desarrollo de la Nación 1989-1993, bautizado –no sin cierta ironía histórica– como "El gran viraje", cuyo fundamentalismo de mercado logró el paradójico mérito de acicatear el encadenamiento de todas las aristas posibles de la crisis generalizada en la cual se sumergía el país desde los años 80, la económica, la social, la política y la militar, pues lejos de revertir, contener o diluir las demandas de la sociedad, las acrecentó, desatando en consecuencia un o de los períodos más difíciles de la historia democrática venezolana .
En esta etapa, decía el Comandante Chávez, “el viejo
modelo, sin embargo, se resiste a morir. A través de
sus pensadores, escritores y argumentadores de todo
género, trata desde hace varios años de esconder su
realidad, elaborando y presentando planes o proyectos
de ‘estabilización’ y de ‘ajustes’, según los cuales bastarían
unas cuantas medidas monetaristas y fiscalistas,
además de las ‘incómodas pero necesarias políticas sociales’,
para ‘superar’ la crisis”.
De allí la necesidad del Comandante Eterno de presentar
al país una visión que divergiera de ese falso
consenso que a fin de cuentas no hacía más que recoger
el “Consenso de Washington”, aquella fatídica lista
de diez políticas originalmente formuladas por el economista
británico John Williamson, la cual fue adoptada
como un dogma de fe por los organismos financieros
internacionales, y que posteriormente fue impuesto a
sangre y fuego en los países del llamado tercer mundo,
tras el fin de la Guerra Fría.
Así, la Agenda Alternativa Bolivariana viene a ser la
piedra fundacional de una nueva manera de entender
la planificación pública venezolana, tras cincuenta y
cinco años de tradición academicista, desde la promulgación
del Plan Cuatrienal de obras públicas (1942-
1946) del Gobierno de Isaías Medina Angarita, pasando
por la adopción de los nueve planes que discurrieron
entre el Primer Plan de la Nación (1960-1964) y el ya
mencionado IX Plan de la Nación (1995-1999), caracterizada
por un enfoque exclusivamente economicista
del desarrollo.
En sus poco más de cinco mil palabras, recogidas
en apenas veintitrés cuartillas, el estadista en gestación
que era para entonces el Teniente Coronel Hugo Chávez
supo plasmar la ruta que proponía seguir al país para el
siguiente cuarto de siglo, lo que en estricta técnica de
planificación se considera ‘el largo plazo’.
Pero esta Agenda Alternativa no fue producto de un
momento de inspiración, ni de un arrebato de genialidad.
En palabras del propio Comandante Chávez: “Nosotros
no venimos de la nada. Nosotros sí tenemos un
proyecto (…) Nosotros habíamos elaborado antes del
4 de febrero un muy modesto documento, lo llamamos
el ´Libro Azul´. Soñadores, éramos soñadores. Muy varsavskyano.
Y ahí colocamos, primero la satisfacción de
las necesidades sociales, humanas, para definir el objetivo
nacional, el Proyecto Nacional. Esto es un Proyecto
Nacional, esto va más allá de ser un simple programa
de gobierno (…) Nuestro programa de gobierno 2013-
2019 se inscribe dentro de la visión de largo plazo, que
viene ya desde hace varios años y se proyecta hacia el
horizonte futuro: el Proyecto Nacional Simón Bolívar, un
proyecto de largo alcance, de largo aliento (…) Entonces,
el Libro Azul, del 4F; un documento que sacamos
en Yare nosotros, que se llama ´Cómo salir del laberinto´,
eso también es un insumo para este Proyecto;
la Agenda Alternativa Bolivariana, de 1996; y luego el
Primer Plan Socialista. Nosotros no estamos partiendo
de la nada. Nosotros no estamos partiendo de la nada,
tenemos un proyecto que está en el poder”.
Así, el Libro Azul vendría a trazar la ruta política de
la Venezuela de las siguientes dos décadas: “El Proyecto
Nacional Simón Bolívar propone la fijación de un horizonte
de tiempo máximo de veinte años, a partir del comienzo
de las acciones transformadoras de la situación
inicial, para que los actores y las acciones se ubiquen
en el objetivo estratégico”.
Este horizonte ya estaba dibujado claramente en el
apartado sobre “El Sistema Social” del Libro Azul, donde
se planteaba la necesidad de un proceso constituyente:
“La estructura político-jurídica. Todas las fuerzas
contenidas y actuantes en la sociedad conforman el
poder social. Ahora bien, el Poder Social se transforma,
a través de la Constitución, en Poder Estatal. Por tanto,
la Constitución ocupa rango de primer orden en los
elementos estructurales, político-jurídicos de un Estado
concreto. La Constitución Nacional del modelo de sociedad
original debe ser pertinente y perfectamente compatible
con los demás componentes de la estructura
estatal y social, especialmente en el orden económico,
social, cultural y geopolítico. Ello sólo podrá lograrse a
partir de una Asamblea Nacional Constituyente de carácter
plenipotenciario, la cual debe elaborar la Carta
Magna en la situación de provisionalidad, en el marco
de una profunda participación de la sociedad civil, a través
de diversos mecanismos de democracia directa”.
Así, tras la conquista del poder político por parte
de la Revolución Bolivariana en 1999, Venezuela se
encamina a un apasionado proceso constituyente que
da como resultado una carta magna modélica, que no
solamente sentó las nuevas bases para la refundación
del país, sino que incluso ha servido de inspiración para
muchos otros procesos políticos de cambios que han
tenido lugar en la región.
Este proceso constituyente ya estaba perfilado también
en la introducción de la Agenda Alternativa Bolivariana
de 1996: “El poder constituido no tiene, a estas
alturas, la más mínima capacidad para hacerlo, por lo
que habremos, necesariamente, de recurrir al Poder
Constituyente, para ir hacia la instauración de la Quinta
República: la República Bolivariana”.
Desde entonces, el texto constitucional establece
como una obligación del Ejecutivo Nacional la preparación
de un Plan de Desarrollo Económico y Social de la
Nación, cuyas líneas generales deben ser sometidas a
la aprobación de la Asamblea Nacional en el transcurso
del tercer trimestre del primer año de cada período
constitucional (artículo 187:8). En cumplimiento de este
mandato, el gobierno revolucionario emprendió entonces
una entusiasta labor de planificación de su siguiente
ciclo, promulgando el Plan de Desarrollo Económico
y Social de la Nación, 2001-2007, integrado por cinco
ejes de equilibrio: Económico, Social, Político, Territorial
e Internacional.
Sería cuando menos temerario escamotear el reconocimiento
a la exitosa aplicación de este plan, especialmente
a la luz de la evolución de las variables
estadísticas de orden económico y social del país, y
especialmente a tenor de los resultados electorales
de diciembre de 2006, que ratificaron al Comandante
Chávez al frente de la jefatura del Estado venezolano,
en un hasta entonces inédito ejercicio de coherencia
entre el discurso político y la praxis de gobierno,
de acuerdo con lo originalmente promovido desde la
Agenda Alternativa Bolivariana, la cual proponía colocar
“los desequilibrios macrosociales en el primer rango de
importancia y prioridad, para dejar en segundo plano
a los desequilibrios macroeconómicos, ¿cómo puede
pensarse, por ejemplo, que solucionar el déficit fiscal
pueda ser más urgente e importante que acabar con el
hambre de millones de seres humanos?”.
A partir de esta exitosa experiencia, surgió la obligación
de intentar llegar aún más lejos en las ambiciones
de justicia e inclusión social, para lo cual siempre fue
posible echar mano, nuevamente, de la Agenda Alternativa
Bolivariana, la cual “ofrece una salida y echa las
Plan de la Patria
Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019
Presentado a la Asamblea Nacional por el Ciudadano Nicolás Maduro Moros
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela
[4] Plan de la patria
bases del Proyecto de Transición Bolivariano. Aquélla,
en el corto plazo; y éste, en el mediano, serán los motores
para el despegue hacia el Proyecto Nacional Simón
Bolívar, cuyos objetivos se ubican a largo plazo”.
De esta manera, el 2007 fue el año del lanzamiento
del “Proyecto Nacional Simón Bolívar; Primer Plan Socialista
de Desarrollo Económico y Social de la Nación,
2007-2013”, el cual propuso la puesta en marcha de
siete grandes líneas: 1. Nueva ética socialista, 2. Suprema
felicidad social, 3. Democracia protagónica revolucionaria,
4. Modelo productivo socialista, 5. Nueva
geopolítica nacional, 6. Venezuela: potencia energética
mundial, y 7. Nueva geopolítica internacional.
El resultado de la aplicación de este plan se evidencia
en un indicador de gran aceptación internacional,
como lo es el Coeficiente de Gini, que mide el nivel de
desigualdad de los ingresos dentro de un país, y que de
acuerdo con el más reciente informe del Instituto Nacional
de Estadística, de mediados del mes de septiembre
de 2013, se ubica en este momento en 0,39, el más
bajo de América Latina (viniendo desde 0,48 en 2008),
lo cual sitúa a Venezuela como el país menos desigual
entre los países de la región latinoamericana.
En la misma línea, hoy Venezuela se ubica entre los
47 países con un Desarrollo Humano Alto, de acuerdo
con el más reciente informe del Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD), correspondiente
al año 2012, en el cual el Índice de Desarrollo Humano
de Venezuela alcanzó el valor de 0,748, por el cual
le corresponde el puesto 71 entre las 187 naciones y
territorios que participan de la medición, mejorando el
índice de 0,662 que obtuvo en el año 2000.
Siempre de acuerdo con el informe del PNUD, si se
mira a Venezuela como parte de América Latina y el Caribe,
destaca por un mejor desempeño en su índice de
Desarrollo Humano de 0,748, por encima de 0,741 que
obtuvo la región.
Algunos indicadores que explican este desempeño
de Venezuela son la esperanza de vida al nacer, que
pasó de 74,4 años en 2011 a 74,6 para 2012; los años
esperados de escolaridad y los promedios de escolaridad
mantuvieron sus valores en el tiempo: en 14,4 y
7,6, respectivamente. Sin embargo, al mirar las cifras
en el tiempo, se observa un incremento en los números
en relación con 1980: de 6,4 años de esperanza de vida
al nacer; de 2,7 años más de promedio de escolaridad;
y de 4,4 años más esperados de escolaridad.
De esta manera, el resultado favorable de la puesta
en práctica del Proyecto Nacional Simón Bolívar, en
el cual el Comandante Hugo Chávez venía trabajando
desde hacía más de veinte años, obedece sin duda a
que viene a ser la síntesis de un proyecto histórico de
transformación de la sociedad venezolana de fines del
siglo pasado e inicios del actual, y aún más, pues recoge
una idea de sociedad que se viene gestando desde
las actuaciones libertarias e independentistas del ejército
patriota, con Bolívar al mando, durante el siglo XIX.
b. El Plan de la Patria, nueva fase de la Revolución Bolivariana .
El Comandante Hugo Chávez, al inscribir su candidatura ante el Consejo Nacional Electoral, el 11 de junio de 2012, presentó el Programa de la Patria 2013-2019 anunciando una importante evolución metódica, en los términos siguientes : "Someto al pueblo cinco grandes objetivos históricos y como su palabra o como la misma palabra lo dice, son históricos porque vienen de lejos, de atrás, se ubican
en la perspectiva del tiempo pasado y se ubican en la perspectiva del tiempo por venir, nos trascienden a nosotros mismos, trascienden el tiempo de ayer , trascienden el tiempo de hoy rumbo al tiempo del mañana, son los grandes objetivos permanentes, históricos".
Es así como se presenta la actualización de la carta estratégica que habrá de guiarnos por la ruta de la transición al socialismo bolivariano del siglo XXI, con este Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019 que contempla cinco grandes objetivos históricos, a saber :
I. DEFENDER, EXPANDIR Y CONSOLIDAR EL BIEN MÁS PRECIADO QUE HEMOS RECONQUISTADO DESPUÉS DE 200 AÑOS: LA INDEPENDENCIA NACIONAL.
II. CONTINUAR CONSTRUYENDO EL SOCIALISMO BOLIVARIANO DEL SIGLO XXI, EN VENEZUELA, COMO ALTERNATIVA AL SISTEMA DESTRUCTIVO Y SALVAJE DEL CAPITALISMO Y CON ELLO ASEGURAR LA "MAYOR SUMA DE SEGURIDAD SOCIAL, MAYOR SUMA DE ESTABILIDAD POLÍTICA Y LA MAYOR SUMA DE FELICIDAD " PARA NUESTRO PUEBLO.
III. CONVERTIR A VENEZUELA EN UN PAÍS POTENCIA EN LO SOCIAL, LO ECONÓMICO Y LO POLÍTICO DENTRO DE LA GRAN POTENCIA NACIENTE DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE, QUE GARANTICEN LA CONFORMACIÓN DE UNA ZONA DE PAZ EN NUESTRA AMÉRICA.
IV. CONTRIBUIR AL DESARROLLO DE UNA NUEVA GEOPOLÍTICA INTERNACIONAL EN LA CUAL TOME CUERPO UN MUNDO MULTICÉNTRICO Y PLURIPOLAR QUE PERMITA LOGRAR EL EQUILIBRIO DEL UNIVERSO Y GARANTIZAR LA PAZ PLANETARIA.
V. PRESERVAR LA VIDA EN EL PLANETA Y SALVAR A LA ESPECIE HUMANA.
c. El debate constituyente del Plan de la Patria como proceso inédito de consolidación y despliegue de la democracia participativa y protagónica en Venezuela
En junio de 2012, durante la presentación al CNE y al país del Programa de la Patria, el Comandante Chávez anuncia que su propuesta está sujeta "un gran debate desde las bases del pueblo", pues es éste quien "le va a dar profundidad, legitimidad y fortaleza indestructible al II Plan Socialista de la Nación", antes de su presentación a la Asamblea Nacional.
Consecuentemente, tras la victoria electoral del 7 de octubre de 2012, instruye iniciar una consulta pública de gran alcance, convocando para ello a un Proceso Constituyente para la Elaboración del Plan de la Patria, el cual discurrí ó desde entonces hasta el mes de noviembre del mismo año.
Se desató entonces por todo el territorio de la patria una intensa dinámica constituyente que impulsó la realización de 11 .412 asambleas de debate, en las cuales participaron un total de 448.393 personas. Esta participación se plasmó en 10 .800 propuestas, elaboradas por un total de 76.124 personas.
d. Metas macro económicas y macro sociales, Políticas y Programas
El programa electoral, en su tránsito evolutivo hacia convertirse en Plan de la Patria, incorporó además los aportes hechos desde el Sistema Nacional de Planificación y las instituciones del Estado responsables de este rol, mediante la inclusión de elementos positivos de verificación de su cumplimiento:
-Metas macro económicas y macro sociales: presenta los grandes indicadores que permiten establecer las bases para un compromiso político técnico-económico suficiente.
- Políticas y Programas sectoriales: enuncia los compromisos sectoriales que el Gobierno Revolucionario asume para el siguiente sexenio.
e. Corolario
No hay mejores palabras que las del propio Comandante Hugo Chávez para exponer los motivos que mueven a la soberana Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela a proclamar la Ley Aprobatoria del Plan de la Patria, Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación, 2013-2019, tomadas del discurso de presentación de su candidatura ante el Consejo Nacional Electoral, el 11 de junio de 2012:
"Este es un programa que busca traspasar la barrera del no retorno". Para explicarlo con Antonio Gramsci, lo viejo debe terminar de morir definitivamente, para que el nacimiento de lo nuevo se manifieste en toda su plenitud.
jueves, 22 de septiembre de 2016
El proyecto Democratico y la realidad socio-politica
PROYECTO DEMOCRÁTICO Y LA REALIDAD SOCIO-POLITICA
El Gobierno de Hugo Chávez.
Fue electo en 1998 por
los partidos: Movimiento V República (MVR), Causa R, MAS, PPT, y otros
partidos.
Durante la campaña
electoral el actual presidente insistió en la necesidad de promulgar una nueva
constitución nacional. El pueblo así lo entendió y le concedió un amplio apoyo
absoluto al elegir las personas que integrarían la Asamblea Nacional
Constituyente, como cuyo objetivo era redactar la nueva constitución.
El nuevo texto
constitucional se ratificó mediante un referéndum celebrado el 15 de diciembre
de 1999. El 30 de julio del 2000 es llamado nuevamente el pueblo para una
consulta electoral y Hugo Chávez Frías resulto elegido de nuevo para un período
de 6 años.

Proceso
Político.
Gobierno
de democracia participativa (realización de dos referéndum)
Promulgo
la constitución de 1999 en la cual se elevo el período presidencial a 6 años y
se permite la reelección inmediata. Fue ratificado en julio del 2000 como
presidente de la República.
Varias
marchas y concentraciones tanto de la oposición como del oficialismo. Sucesos
que conmocionaron al país: como los asesinatos de “Puente LLaguno”
(11/04/2002), en la Plaza Francia Altamira (06/12/2002) y Paseo los Ilustres
(03/01/2003).
Un
gran sector de la población se plegó al paro nacional convocado por FEDECAMARA
y la CTV desde el 2/12/2002, al cual se unieron los trabajadores de PDVSA,
hasta comienzo del 2003.
En
el 2003, se solicita la activación de un nuevo mecanismo constitucional para la
revocatoria del mandato de funcionarios públicos electos popularmente.
La
moneda sufrió una fuerte devaluación. Se estableció un control cambiario
regulado por la comisión de administración de divisas (CADIVI).

Sucesos
de 11 de Abril de 2002
Luego de una marcha
organizada por sectores opuesto al gobierno y la muerte de varias personas en
la calle cerca del palacio de Miraflores, un grupo de militares y civiles
depusieron al presidente Hugo Chávez e instauraron un gobierno que se
autodenomino de transición, presidido por Pedro Carmona Estanga. Los poderes
públicos fueron disueltos y los gobernadores y alcaldes de país fueron
destituidos. Finalmente, otro grupo de militares y civiles exigió el respeto a
las instituciones y a la constitución. Carmona dejo el poder y Hugo Chávez
reasumió la presidencia de la República.
Auto
juramentación de Pedro C
armona
Estanga
El
Neoliberalismo como ideología.
El modo
más sutil que puede arbitrar una ideología para imponerse y perdurar es
proclamar la muerte de las ideologías y mostrarse bajo otro semblante. Por
ejemplo, la ciencia es lo que sucedió por casi un siglo con el positivismo. La
ciencia positiva hace las veces de la política, la filosofía y la tecnología,
siempre como evidencia apodíctica y sagrada.
Eso pasa hoy con el neoliberalismo. Es un modo de practicar la economía política que está alcanzando vigencia planetaria. Pero el que esta práctica haya logrado imponerse no significa la convalidación de sus postulados; solo atestigua la contundencia de los medios (tanto políticos como económicos).
Se han demostrado que los organismos de decisión política o administrativa no obedecen al tipo de comportamiento al puesto que postuló, con cierta ingenuidad, el intervencionismo económico del siglo XX.
Eso pasa hoy con el neoliberalismo. Es un modo de practicar la economía política que está alcanzando vigencia planetaria. Pero el que esta práctica haya logrado imponerse no significa la convalidación de sus postulados; solo atestigua la contundencia de los medios (tanto políticos como económicos).
Se han demostrado que los organismos de decisión política o administrativa no obedecen al tipo de comportamiento al puesto que postuló, con cierta ingenuidad, el intervencionismo económico del siglo XX.
El
Neoliberalismo como ideología político.
El postulado principal
del neoliberalismo es que la competencia pone a funcionar hasta el tope las
energías latentes en los individuos que conforman el todo social. Y así la
extrema movilidad que se genera, tras una etapa dolorosa de ajustes, provoca
una necesidad de bienestar. El estado no puede sobreproteger el pueblo.
El
neoliberalismo como propuesta económica.
El neoliberales es una
óptima filosofía que tiene ramificaciones en todos los campos de las ciencias
sociales los neoliberales se dedican a ensalzar la competencia capitalista,
afirmando que el mecanismo de esta ultima garantiza automáticamente las mejores
condiciones para la evolución de las fuerzas productivas.
Una peculiaridad del neoliberalismo es que combina la exaltación de la libre competencia y de la restauración automática del equilibrio con el reconocimiento de la necesidad de la intromisión del estado en la economía.
La argumentación del neoliberalismo es que la libre competencia es el estado ideal de la economía, pero no siempre puede ponerse en vigor, porque los monopolios la contrarrestan.
Una peculiaridad del neoliberalismo es que combina la exaltación de la libre competencia y de la restauración automática del equilibrio con el reconocimiento de la necesidad de la intromisión del estado en la economía.
La argumentación del neoliberalismo es que la libre competencia es el estado ideal de la economía, pero no siempre puede ponerse en vigor, porque los monopolios la contrarrestan.
Características
del Neoliberalismo Económico.
Según el escritor venezolano Fernando Salas Falcón:
Defiende
un mercado alternativo competitivo.
Acepta
la introducción del estado en la economía, como arbitro o promover de la libre
competencia.
Se
opone al acaparamiento y a la especulación.
Se
opone a la formación del monopolio y oligopolios.
Se
oponen a la fijación compulsiva de salarios por el estado.
Se
opone a la creación compulsiva de empleo.
Se
opone al gasto público democrático.
Defiende el libre comercio internacional.

La
Revolución Social.
Un compromiso de todos para combatir la pobreza, la
inseguridad:
Educación
para ciudadanía y la producción.
Formar
un ciudadano sano y eficiente protegido.
Trabajar
por una vivienda y un hábitat digno para todos.
Luchar por la equidad y
la dignidad de todos los venezolanos.

Nota: la población
demanda creciente servicios de educación, salud, vivienda, seguridad
recreación, transporte… la clase media, antes poderosa y en crecimiento,
actualmente esta debilitada. Obtener un titulo universitario ya no es garantía
de movilidad social; aumenta la marginalidad y la pobreza.
Se detecta problemas graves de desnutrición infantil y han insurgido nuevamente en el país endemias como paludismo y cólera.
La corrupción se ha extendido a toda la estructura del gobierno y alcanza hasta instituciones sindicales, profesionales, gremiales, empresariales.
La situación de pobreza en que se encuentra la gran parte de los venezolanos impide la creación de riqueza y comprometen nuestra estabilidad política y social. Por eso, la erradicación de la pobreza es una tarea esencial para edificar un país prospero. Con armonía social y verdadera democracia.
Por eso el presidente de la República Hugo Chávez dijo el 28 de mayo: “Vengo a convocarlos para un verdadero salto hacia el siglo XXI”.
Mencionaba el presidente; “los resultados de la política económica de mi gobierno estará estrechamente vinculado a los objetivos sociales. La participación de la sociedad en un proyecto centrado en mejorar el nivel y calidad de vida de la gente. En mi gobierno se producirán más y mejores servicios, en una acción coordinada e iniciativa privada.”
Se detecta problemas graves de desnutrición infantil y han insurgido nuevamente en el país endemias como paludismo y cólera.
La corrupción se ha extendido a toda la estructura del gobierno y alcanza hasta instituciones sindicales, profesionales, gremiales, empresariales.
La situación de pobreza en que se encuentra la gran parte de los venezolanos impide la creación de riqueza y comprometen nuestra estabilidad política y social. Por eso, la erradicación de la pobreza es una tarea esencial para edificar un país prospero. Con armonía social y verdadera democracia.
Por eso el presidente de la República Hugo Chávez dijo el 28 de mayo: “Vengo a convocarlos para un verdadero salto hacia el siglo XXI”.
Mencionaba el presidente; “los resultados de la política económica de mi gobierno estará estrechamente vinculado a los objetivos sociales. La participación de la sociedad en un proyecto centrado en mejorar el nivel y calidad de vida de la gente. En mi gobierno se producirán más y mejores servicios, en una acción coordinada e iniciativa privada.”
La
Revolución Económica.
Confianza, estabilidad,
crecimiento económico y empleo.
Estabilidad,
prosperidad y empleo.
La
difícil coyuntura económica actual: punto de partida de grandes cambios:
·
Lineamientos de política
macroeconómica.
·
La reactivación económica
y las políticas sectoriales.
·
Política industrial y
comercio exterior.
·
Industria petrolera y
política energética.
·
El papel del sector
construcción.
·
Energía eléctrica.
·
Telecomunicación.
Tienen
que desaparecer el estado empresario, el estado productivo, para convertirse en
un estado diseñador de políticas regulado y controlado, prestando servicios
dirigidos a mejorar una calidad de vida del ciudadano. Se notan importantes cambios en la orientación
económica. A través de un proceso de privatización de las empresas públicas. La economía venezolana seguirá fundamentándose en
nuestro principal recurso natural: el petróleo, el reto planteado es saber
aprovechar la renta petrolera para lograr el desarrollo de los demás sectores
productivos y una mejor calidad de vida del venezolano.
La
Revolución descentralizada.
Para el
desarrollo sustentable:
·
Ambiente.
·
Control de calidad
ambiental urbana
·
Ordenamiento del
territorio.
·
Conservación de recursos
naturales renovables.
·
El agua.
·
Política de apoyo al
sector agrícola.
·
Desarrollo del potencial
turístico.
·
Infraestructura y
servicios públicos.
Visión
Prospectiva.
Pensamos que entramos en
el siglo XXI con una visión realista de nuestra situación. En este sentido se
adelantan políticas que deben profundizarse y consolidarse, como las
siguientes:
·
Reforma del Estado: este
es uno de los grandes retos que se ha propuesto el gobierno venezolano
percibido por el presidente Hugo Rafael Chávez Frías ya que ello le permitiría
desarrollar acciones concretas destinada a realizarlos; sin embargo la reforma
implica cambios en los órdenes político, administrativo, jurídico, económico,
social y educativo - cultural. Los temas principales que tienen planteado la
reforma son los siguientes:
§ La reforma de Constitución de la República: esto es
fundamentalmente, porque en ella quedaría establecido el marco y normativas
generales sobre el cual debe producirse la reforma del estado.
§ La Descentralización: implica cambios en la
concentración del poder político y en la administración del estado. Lo apoyan
cuatro instrumentos legales muy importantes:
§ Ley de elección y renovación de gobernadores.
§ Ley orgánica de régimen municipal.
§ Ley orgánica de descentralización y transferencia de
competencia del poder público, reforma de la ley orgánica del sufragio.
§ Ley orgánica del consejo de la judicatura.
·
En lo educativo -
cultural: el plan de acción de Ministerio de Educación y Deporte, en la
administración del presidente Hugo Chávez, se plantea de manera concreta: “el
estado debe mantener su rol histórico en cuanto a responsable de las grandes
directrices que orientan el proceso educativo permanente de la nación y en
cuanto garante de su aplicación…”. El estado debe ser el eje de la sociedad
educada, puesto que esa es una de sus responsabilidades esenciales, pero
aceptando que los agentes educativos son y deben ser múltiples.
·
Política Exterior: la
globalización económica y homogenización cultural son razones poderosas para
que nuestro país desarrolle en el nuevo milenio una política exterior creativa,
que le permita participar con éxito en ese proceso, a riesgo de quedarnos atrapado
en el pasado.
·
Los Paridos Políticos:
son fundamentales para el funcionamiento del sistema democrático, pero es
necesario que se modernicen y se pongan en sintonía con la sociedad civil. El
partido político invadió casi todas las actividades del ciudadano venezolano.
Es necesario que definan muy bien sus campos de acción, que sean verdaderos
instrumentos para canalizar las luchas sociales y promover los cambios de la
sociedad.
·
Modernizar el Poder
Judicial: desde un primer momento el presidente de la República hizo énfasis en
que era una necesidad de su gobierno hacen grandes cambios en el poder
judicial, para asegurar y profundizar la vigencia de un estado democrático de
derecho, que equilibra el funcionamiento de las distintas normas del poder
público. El poder judicial, como administrador de la justicia, es la llave de
todo sistema democrático.
“Tenemos
planteamiento y hay que hacerlo, actualizar y modernizar el ordenamiento
jurídico, garantizar, la plena autonomía del poder judicial y al profesionalización
y despartidización de la administración de justicia.” Hemos adelantado en
esos cambios con la promulgación del nuevo código procesal penal, la ley
orgánica de procedimiento administrativo, la ley orgánica de salvaguardia del
patrimonio público, ley de carrera judicial, ley del poder judicial y la ley
orgánica del consejo de la judicatura. El ciudadano clama por un mejor
funcionamiento de la justicia en el país. Mientras ello no ocurra viviremos una
democracia incompleta. Eso es uno de los grandes retos de la República
Bolivariana de Venezuela y del gobierno del presidente Hugo Chávez para el
siglo XXI. Los colegios de abogados y los abogados tienen el compromiso de
luchar por el rescate del prestigio del ejercicio de su encomiable profesión.
·
En lo Jurídico: la
corrupción en la administración de justicia es evidente y es uno de los
principales vicios que atenta contra la estabilidad de las instituciones
democráticas. Es por ello que en este gobierno se ha luchado incansablemente
sobre este problema. El resumen de los elementos de la crisis son una realidad;
pero no son apocalípticos, frete a ellos se cuenta con un elemento humano
capacitado; recursos naturales en abundancia, infraestructura industrial, de
comunicación y transporte, planes educativos… que permitirán al país salir
triunfantes de esta situación.
·
·
En principio, la misma
profundización del debate en el seno de las comunidades habrá de ir generando
las nuevas formas de organización política y estrategias de coordinación con
los demás actores de la sociedad. Preferimos hablar de "coordinación"
y no de "conducción", para cerrarle el paso al virus del
burocratismo, reproductor de las viejas formas de dominación que es necesario
desmontar. Es el mismo género de dominación del funcionario sobre el ciudadano,
del profesional sobre el que "no sabe nada", del hombre sobre la
mujer, hasta llegar a la explotación que ejerce el patrono sobre el trabajador,
que es la relación de dominación fundamental del sistema capitalista.
Particularmente estoy convencido de que el proceso de formación del PSUV ofrece muy buenas lecciones acerca de "cómo no se debe proceder" para no repetir los mismos errores del pasado. Experiencias recientes señalan prácticas de nombramiento "a dedo" de los jefes partidistas, directrices centralisas y excluyentes, líneas autocráticas y prácticas nepotistas y hegemónicas en la formación de cuadros dirigenciales de estas unidades de base popular. Todo esto ha devenido en un desencanto y disminución creciente de la militancia, lo que ha minado la participación y vitalidad de los batallones e incrementado la ineficiencia del partido para llevar adelante los futuros retos de esta organización partidista.
Particularmente estoy convencido de que el proceso de formación del PSUV ofrece muy buenas lecciones acerca de "cómo no se debe proceder" para no repetir los mismos errores del pasado. Experiencias recientes señalan prácticas de nombramiento "a dedo" de los jefes partidistas, directrices centralisas y excluyentes, líneas autocráticas y prácticas nepotistas y hegemónicas en la formación de cuadros dirigenciales de estas unidades de base popular. Todo esto ha devenido en un desencanto y disminución creciente de la militancia, lo que ha minado la participación y vitalidad de los batallones e incrementado la ineficiencia del partido para llevar adelante los futuros retos de esta organización partidista.
·
·
El nuevo escenario que
planteamos supone el liderazgo del comandante presidente, con el apoyo de un
equipo de colaboradores de probada conciencia revolucionaria, actuando como
"facilitador" del proceso de construcción colectiva del modelo socialista,
hacia el que hemos de ir avanzando progresivamente. Chávez debe aprender a
poner en práctica la antigua mayéutica socrática, que no era otra cosa que el
arte de "ayudar a parir" de las comadronas.
El estilo de mando del jefe militar que da órdenes terminantes a su pelotón, debe reservárselo para tareas puntuales y de emergencia, y no para una tarea tan compleja como la maduración de una conciencia y una práctica socialista a nivel nacional. Esto amerita paciencia, autodisciplina para dejar hablar y saber escuchar, y una metodología de sistematización de la experiencia colectiva que permita recopilar y estructurar las propuestas de manera efectiva.
Los problemas locales servirán, en un primer momento, de materia prima ó insumos socio políticos, factores desencadenantes de un proceso de evolución endógena, que permitirá a los involucrados cobrar conciencia de su situación socio-política concreta y de la necesidad de construir colectivamente las respuestas teóricas y soluciones prácticas a sus problemas.
Pensamos que un tema como el de la reforma constitucional, tendrá que ser dejado en un segundo plano, por ahora. En lo sucesivo, temas estructurales como la inseguridad, la producción y el empleo habrán de ser el pivote central de cualesquiera estrategias públicas para incentivar la parcipación popular. Han de pulsarse muy bien los temas que la gente percibe como prioritarios.
El otro tema: La producción y el abastecimiento. Se debe ir hacia una Red Nacional de Consumidores de la mano de los consejos comunales. La sola activación de una dinámica de esta naturaleza ya implicaría un salto cualitativo importante. Una reestructuración de las relaciones de poder para hacerlas cada vez más horizontales. En pocas palabras, su puesta en marcha significaría la emergencia de un estado de conciencia socialista en un número cada vez mayor de ciudadanos y comunidades.
El estilo de mando del jefe militar que da órdenes terminantes a su pelotón, debe reservárselo para tareas puntuales y de emergencia, y no para una tarea tan compleja como la maduración de una conciencia y una práctica socialista a nivel nacional. Esto amerita paciencia, autodisciplina para dejar hablar y saber escuchar, y una metodología de sistematización de la experiencia colectiva que permita recopilar y estructurar las propuestas de manera efectiva.
Los problemas locales servirán, en un primer momento, de materia prima ó insumos socio políticos, factores desencadenantes de un proceso de evolución endógena, que permitirá a los involucrados cobrar conciencia de su situación socio-política concreta y de la necesidad de construir colectivamente las respuestas teóricas y soluciones prácticas a sus problemas.
Pensamos que un tema como el de la reforma constitucional, tendrá que ser dejado en un segundo plano, por ahora. En lo sucesivo, temas estructurales como la inseguridad, la producción y el empleo habrán de ser el pivote central de cualesquiera estrategias públicas para incentivar la parcipación popular. Han de pulsarse muy bien los temas que la gente percibe como prioritarios.
El otro tema: La producción y el abastecimiento. Se debe ir hacia una Red Nacional de Consumidores de la mano de los consejos comunales. La sola activación de una dinámica de esta naturaleza ya implicaría un salto cualitativo importante. Una reestructuración de las relaciones de poder para hacerlas cada vez más horizontales. En pocas palabras, su puesta en marcha significaría la emergencia de un estado de conciencia socialista en un número cada vez mayor de ciudadanos y comunidades.
·
·
No hay que perder de
vista que la oposición va a estar actuando simultáneamente para desactivar
cualquier intento de organización popular desde las bases, (incluso desde el
interior de las instituciones del Estado); ello lo hará para infiltrarlo, para
desviarlo, pero estos mismos intentos deberán ser aprovechados como
catalizadores de las respuestas tácticas y organizativas del pueblo.
De este mismo proceso de construcción colectiva del poder constituyente y de eventual diseño de una nueva Constitución, irán emergiendo iniciativas concretas de contraloría social, de planificación comunal, de desplazamiento de autoridades ineficientes o corruptas. Y lo que es más importante, de reemplazo progresivo de la burocracia clientelar por las estructuras de coordinación popular para la administración de lo público que el empoderamiento de las comunidades irá produciendo.
Pero insistimos, sólo el ejercicio del poder constituyente por las comunidades populares organizadas, hará posible el nacimiento de la más auténtica Constitución Revolucionaria que ninguna manipulación oligárquica ni coacción imperialista podrán arrebatarnos. La histroia nos observa,...
De este mismo proceso de construcción colectiva del poder constituyente y de eventual diseño de una nueva Constitución, irán emergiendo iniciativas concretas de contraloría social, de planificación comunal, de desplazamiento de autoridades ineficientes o corruptas. Y lo que es más importante, de reemplazo progresivo de la burocracia clientelar por las estructuras de coordinación popular para la administración de lo público que el empoderamiento de las comunidades irá produciendo.
Pero insistimos, sólo el ejercicio del poder constituyente por las comunidades populares organizadas, hará posible el nacimiento de la más auténtica Constitución Revolucionaria que ninguna manipulación oligárquica ni coacción imperialista podrán arrebatarnos. La histroia nos observa,...
·
LOS 5 MOTORES DE
LA NUEVA ETAPA REVOLUCIONARIA: POSIBILIDAD PARA HEGEMONÍA POPULARIMER MOTOR:
LEY HABILITANTE.
·
|
|
|



·
Definitivamente, desde el
mismo momento que Chávez asume la presidencia de la República en 1999, las
mayorías populares asumieron su Proyecto de País como de su pertenencia; y de
igual manera, desde entonces, los sectores minoritarios que siempre han
ostentado el poder económico e influían de manera determinante sobre el poder
político en el país, han sentido que dicho proyecto entra en contradicción con
sus intereses; y el hecho de que esos sectores de la oligarquía —con el
estímulo imperialista— hayan enfrentado el gobierno de Chávez y —no obstante
los resultados electorales del 3 de Diciembre 2006— lo sigan haciendo, a riesgo
incluso de los privilegios que injustamente aún poseen (Ej.: Concesión de la
televisora Rctv-Canal 2) establece la anterior afirmación como verdad
irrefutable. Pero para que esa apreciación de las mayorías populares, además de
perceptiva, se concrete en la realidad, hay que asumir la Propuesta
presidencial de Ley Habilitante (PLH) y de de la reforma constitucional, como
la oportunidad de esas mayorías para impulsar la instauración de la hegemonía
popular.
En ese sentido, el presidente Chávez, con el irrebatible fundamento del “…mandato otorgado contundentemente por las mayorías populares el 03 de diciembre de 2006, relativo a la dirección y el sentido social, marcadamente igualitario e inclusivo que debe distinguir las actuaciones del Ejecutivo y en general del Estado venezolano”, ha solicitado a la Asamblea Nacional , mediante la PLH, que le otorguen poderes especiales para legislar en los ámbitos de: 1. Transformación de las instituciones del Estado; 2. Participación Popular; 3. Valores Esenciales del Ejercicio de la Función Pública; 4. Económico y Social; 5. Financiero y Tributario; 6. Ciencia y Tecnología; 7. Ordenación Territorial; 8. Seguridad y Defensa; y 9. Infraestructura, Transporte y Servicios.
Segundo Motor: Reforma Constitucional. La aplicación del modelo establecido en la Constitución, en sus siete años de vigencia —tal como lo ha apreciado el propio presidente Chávez— ha evidenciado, ante la realidad y las exigencias colectivas de avanzar en la construcción de la participación protagónica que la misma anuncia, algunos obstáculos, así como contradicciones inmersas en ella, como de la realidad política que se ha venido configurando en el país con la participación popular. Los obstáculos, entre otros, están representados por la todavía existencia de instancias de intermediación burocráticas, tanto sociales: como los partidos políticos; e institucionales: como las presentes en el aparato gubernamental; las cuales se interponen entre el colectivo y el verdadero ejercicio del poder por parte de las mayorías. De igual manera, resulta innegable la presencia, en la Constitución y en las leyes derivadas de ella, de algunas disposiciones, que en el campo económico se enfrentan a la construcción de una sociedad orientada a la preeminencia de los sectores populares. En tanto, que entre las contradicciones que se manifiestan en las disposiciones de la Carta Magna, se evidencian, entre otras, la estipulada en el artículo 5, según la cual “la soberanía reside en el pueblo”, quien la ejercerá en las formas previstas en esa Constitución, frente a otras disposiciones de la misma que niegan tal condición, ya que le colocan limitantes a esa facultad soberana, resultando así dichas disposiciones, antidemocráticas. Ante tal situación, el presidente Chávez ha propuesto la Explosión del Poder Comunal o Popular, la cual debe conducir a la profundización —constitucional y legal— del régimen del Poder Popular, para avanzar hacia la instauración de la Hegemonía Popular; es decir: el gobierno de las mayorías populares, que dicho sea, ya se inició con la creación de los consejos comunales, pero para su desarrollo y consolidación se amerita que a los mismos, y demás instancias similares que en los otros niveles de la sociedad se establezcan, se les dote de la suficiente capacidad para ir desplazando las estructuras burocráticas heredadas del Estado capitalista, asumiendo sus roles en una nueva concepción.
¿Quiénes son las mayorías? Fundamentalmente los venezolanos y las venezolanas pertenecientes a los denominados sectores “D” y “E” (pobres) y el denominado sector “C” (clase media baja), pero también buena parte de aquellos que —como resultado de un proceso de alienación— se creen del sector “B” (clase media alta), cuando en realidad —como dice Evo Morales— son clase a medias. Pero estas mayorías, para poder avanzar en la construcción del Poder Popular, deben interpretarse y asumirse como tales en su conjunto, y no en la perversidad divisorial y sectaria de formas como el sindicalismo o el gremialismo, que son herencias del partidismo (de parte, fracción), que si tienen razón de ser en un régimen capitalista, en uno colectivista son contrarias a la unidad y organización popular. De este modo, se habrá de establecer nuevas modalidades asociativas, cuya participación y exigencias se canalicen a través de las instancias de participación y decisión ciudadana, que al corresponder a las comunidades y formar parte todos los ciudadanos y las ciudadanas a las mismas, en ellas, desde ellas y por ellas, el beneficio colectivo implique el logro individual.
Tercer Motor: Moral y Luces. Si estamos de acuerdo, en que con la reforma constitucional se aspira lograr la instauración de un modelo político-económico-social que exija el concurso de todos, de acuerdo a nuestras capacidades; y procure la garantía de que sus resultados favorezcan a los sectores sociales, en proporción a las necesidades de cada uno de los mismos (de cada cual según su capacidad y a cada quien según su necesidad), éste sólo será posible mediante el ejercicio directo del poder por parte de las mayorías, para avanzar hacia lo que conocemos —hasta ahora en teoría— como la esencia fundamental de la democracia: gobierno del pueblo (las mayorías), por el pueblo y para el pueblo —que es una enunciación griega, no lincolniana. Y si logramos encaminarnos hacia algo semejante, estaremos definitivamente construyendo el Sueño del Socialismo. ¿Cuál Socialismo? El de siempre. El mismo de la aspiración (sueño) milenaria de la humanidad de alcanzar un estadio de vida de justicia e igualdad política, económica y social. El de la revelación cristiana de que debemos amar al prójimo como a nosotros mismos, porque como humanos somos iguales. Ese Socialismo que, como reiteradamente viene rescatando el presidente Chávez, proyectó Simón Bolívar 29 años antes de la publicación del Manifiesto Comunista de Marx y Engels, al exponer en 1819, que: “El mejor gobierno es aquel que garantice la mayor suma de seguridad social, la mayor suma de felicidad posible y la mayor suma de estabilidad política”. Pero para que la mayor suma de seguridad social sea una realidad, tiene que incluirse a las grandes mayorías aún desterradas de tal derecho; mientras que la mayor suma de estabilidad política sólo es posible mediante la instauración de un sistema que asegure la participación directa, decisiva, efectiva y para siempre de las grandes mayorías, de modo que pueda traducirse en la mayor suma de felicidad posible.
Un socialismo, que en lo económico, le dé preeminencia a las modalidades asociativas y de producción del cooperativismo, la autogestión y la cogestión; donde la iniciativa privada se enmarque en la corresponsabilidad social empresa-comunidad, de manera que además de las obligaciones impositivas tradicionales —y bajo el control del Estado—, dicha iniciativa posea responsabilidad con el desarrollo y el bienestar de la comunidad o las comunidades donde se establezca; y el Estado, por su parte y cuando así se amerite, pueda auxiliarla. En tanto que la inversión extranjera, y sólo en aquellas áreas que sea requerida para el desarrollo nacional, se dé en asociación con el Estado, de empresas de éste con otras igualmente estatales, conservando el país la supremacía en tales asociaciones, para salvaguardar la soberanía nacional.
El Socialismo —en Venezuela y en cualquier parte del mundo— para que en verdad lo sea, será el resultado del continúo experimentar colectivo (inventamos o erramos) por alcanzar esa sociedad soñada, y que ahora se presenta posible, pero sólo si todos y todas llegamos a la comprensión de que para ello es necesario, definitivamente, cambiar nuestra manera de pensar sobre nosotros y los demás, para poder cambiar la manera de relacionarnos con la sociedad, y alcanzar una clara identificación y decidido compromiso con el Proyecto de País: El Socialismo. Es aquí donde cobra importancia capital la jornada de educación popular e ideológica Moral y Luces, anunciada por el Presidente, que nos debe llevar a los más altos niveles de conciencia y comprensión de nuestra responsabilidad en la construcción de la nueva sociedad.
Cuarto Motor: Nueva Geometría del Poder.
Se ha planteado ya la necesidad de que, más allá de los consejos comunales —que son la base fundamental para la instauración de la Hegemonía Popular— se establezcan instancias de participación y decisión ciudadana en los niveles parroquial, municipal y nacional, que vayan desplazando las estructuras burocráticas heredadas del viejo Estado, con las cuales no se podrá avanzar en la construcción del Socialismo, ya que por responder a una concepción individualista, que impulsa a los funcionarios al desmedido afán de lucro y no al servicio colectivo, en su conjunto deviene en un fin en sí mismo.
En esta orientación, el Presidente ha propuesto —fundado en el Artículo 16 de la Constitución Nacional— la creación de los territorios o ciudades federales. Pero, a nuestra apreciación, sería más pertinente, para de verdad lograr la Explosión del Poder Popular en toda la sociedad venezolana y a un mismo tiempo, instituir en los niveles ya anunciados, las instancias de participación y decisión ciudadana, precisamente como la concreción del Poder Popular, del ejercicio directo y efectivo del poder por parte de los ciudadanos, y ya no con la intermediación de estructuras partidistas o burocráticas institucionales; y en ese sentido, lo contemplado sobre esta materia en el proyecto de Ley de Participación Ciudadana y del Poder Popular, podría servir de base para la formulación de estas nuevas estructuras.
Quinto Motor: Explosión del Poder Popular.Si lo que realmente procuramos es el desm ontaje del viejo aparato político del país, para abrirle cauce a uno que otorgue el poder directamente al pueblo, resultará necesario suprimir las aún persistentes intermediaciones de las organizaciones políticas y de las estructuras burocráticas gubernamentales, entre el ejercicio del poder y el Pueblo, para que la Explosión del Poder Popular impulse la instauración de la hegemonía popular, ya activada con la creación de los consejos comunales, pero desarrollando dicha forma de participación y decisión ciudadana también en lo parroquial, municipal, regional y nacional, para reemplazar con ella las estructuras políticas de poder de la sociedad a superar en esos mismos niveles; y de igual manera, garantizándosele al pueblo que nunca más élite alguna —en su supuesta representación— lo desplace del poder. En esto, de manera responsable, habrá de considerarse igualmente la actual universalidad del voto presidencial, porque si no se establece de manera definitiva y para siempre el régimen del Poder Popular en Venezuela, que es la hegemonía popular : el Gobierno de las Mayorías, en este esfuerzo sólo lograremos, aunque con una segura historia romántica —pero también confiscando la esperanza de los pobres del mundo—, arar, otra vez, en el mar.
En ese sentido, el presidente Chávez, con el irrebatible fundamento del “…mandato otorgado contundentemente por las mayorías populares el 03 de diciembre de 2006, relativo a la dirección y el sentido social, marcadamente igualitario e inclusivo que debe distinguir las actuaciones del Ejecutivo y en general del Estado venezolano”, ha solicitado a la Asamblea Nacional , mediante la PLH, que le otorguen poderes especiales para legislar en los ámbitos de: 1. Transformación de las instituciones del Estado; 2. Participación Popular; 3. Valores Esenciales del Ejercicio de la Función Pública; 4. Económico y Social; 5. Financiero y Tributario; 6. Ciencia y Tecnología; 7. Ordenación Territorial; 8. Seguridad y Defensa; y 9. Infraestructura, Transporte y Servicios.
Segundo Motor: Reforma Constitucional. La aplicación del modelo establecido en la Constitución, en sus siete años de vigencia —tal como lo ha apreciado el propio presidente Chávez— ha evidenciado, ante la realidad y las exigencias colectivas de avanzar en la construcción de la participación protagónica que la misma anuncia, algunos obstáculos, así como contradicciones inmersas en ella, como de la realidad política que se ha venido configurando en el país con la participación popular. Los obstáculos, entre otros, están representados por la todavía existencia de instancias de intermediación burocráticas, tanto sociales: como los partidos políticos; e institucionales: como las presentes en el aparato gubernamental; las cuales se interponen entre el colectivo y el verdadero ejercicio del poder por parte de las mayorías. De igual manera, resulta innegable la presencia, en la Constitución y en las leyes derivadas de ella, de algunas disposiciones, que en el campo económico se enfrentan a la construcción de una sociedad orientada a la preeminencia de los sectores populares. En tanto, que entre las contradicciones que se manifiestan en las disposiciones de la Carta Magna, se evidencian, entre otras, la estipulada en el artículo 5, según la cual “la soberanía reside en el pueblo”, quien la ejercerá en las formas previstas en esa Constitución, frente a otras disposiciones de la misma que niegan tal condición, ya que le colocan limitantes a esa facultad soberana, resultando así dichas disposiciones, antidemocráticas. Ante tal situación, el presidente Chávez ha propuesto la Explosión del Poder Comunal o Popular, la cual debe conducir a la profundización —constitucional y legal— del régimen del Poder Popular, para avanzar hacia la instauración de la Hegemonía Popular; es decir: el gobierno de las mayorías populares, que dicho sea, ya se inició con la creación de los consejos comunales, pero para su desarrollo y consolidación se amerita que a los mismos, y demás instancias similares que en los otros niveles de la sociedad se establezcan, se les dote de la suficiente capacidad para ir desplazando las estructuras burocráticas heredadas del Estado capitalista, asumiendo sus roles en una nueva concepción.
¿Quiénes son las mayorías? Fundamentalmente los venezolanos y las venezolanas pertenecientes a los denominados sectores “D” y “E” (pobres) y el denominado sector “C” (clase media baja), pero también buena parte de aquellos que —como resultado de un proceso de alienación— se creen del sector “B” (clase media alta), cuando en realidad —como dice Evo Morales— son clase a medias. Pero estas mayorías, para poder avanzar en la construcción del Poder Popular, deben interpretarse y asumirse como tales en su conjunto, y no en la perversidad divisorial y sectaria de formas como el sindicalismo o el gremialismo, que son herencias del partidismo (de parte, fracción), que si tienen razón de ser en un régimen capitalista, en uno colectivista son contrarias a la unidad y organización popular. De este modo, se habrá de establecer nuevas modalidades asociativas, cuya participación y exigencias se canalicen a través de las instancias de participación y decisión ciudadana, que al corresponder a las comunidades y formar parte todos los ciudadanos y las ciudadanas a las mismas, en ellas, desde ellas y por ellas, el beneficio colectivo implique el logro individual.
Tercer Motor: Moral y Luces. Si estamos de acuerdo, en que con la reforma constitucional se aspira lograr la instauración de un modelo político-económico-social que exija el concurso de todos, de acuerdo a nuestras capacidades; y procure la garantía de que sus resultados favorezcan a los sectores sociales, en proporción a las necesidades de cada uno de los mismos (de cada cual según su capacidad y a cada quien según su necesidad), éste sólo será posible mediante el ejercicio directo del poder por parte de las mayorías, para avanzar hacia lo que conocemos —hasta ahora en teoría— como la esencia fundamental de la democracia: gobierno del pueblo (las mayorías), por el pueblo y para el pueblo —que es una enunciación griega, no lincolniana. Y si logramos encaminarnos hacia algo semejante, estaremos definitivamente construyendo el Sueño del Socialismo. ¿Cuál Socialismo? El de siempre. El mismo de la aspiración (sueño) milenaria de la humanidad de alcanzar un estadio de vida de justicia e igualdad política, económica y social. El de la revelación cristiana de que debemos amar al prójimo como a nosotros mismos, porque como humanos somos iguales. Ese Socialismo que, como reiteradamente viene rescatando el presidente Chávez, proyectó Simón Bolívar 29 años antes de la publicación del Manifiesto Comunista de Marx y Engels, al exponer en 1819, que: “El mejor gobierno es aquel que garantice la mayor suma de seguridad social, la mayor suma de felicidad posible y la mayor suma de estabilidad política”. Pero para que la mayor suma de seguridad social sea una realidad, tiene que incluirse a las grandes mayorías aún desterradas de tal derecho; mientras que la mayor suma de estabilidad política sólo es posible mediante la instauración de un sistema que asegure la participación directa, decisiva, efectiva y para siempre de las grandes mayorías, de modo que pueda traducirse en la mayor suma de felicidad posible.
Un socialismo, que en lo económico, le dé preeminencia a las modalidades asociativas y de producción del cooperativismo, la autogestión y la cogestión; donde la iniciativa privada se enmarque en la corresponsabilidad social empresa-comunidad, de manera que además de las obligaciones impositivas tradicionales —y bajo el control del Estado—, dicha iniciativa posea responsabilidad con el desarrollo y el bienestar de la comunidad o las comunidades donde se establezca; y el Estado, por su parte y cuando así se amerite, pueda auxiliarla. En tanto que la inversión extranjera, y sólo en aquellas áreas que sea requerida para el desarrollo nacional, se dé en asociación con el Estado, de empresas de éste con otras igualmente estatales, conservando el país la supremacía en tales asociaciones, para salvaguardar la soberanía nacional.
El Socialismo —en Venezuela y en cualquier parte del mundo— para que en verdad lo sea, será el resultado del continúo experimentar colectivo (inventamos o erramos) por alcanzar esa sociedad soñada, y que ahora se presenta posible, pero sólo si todos y todas llegamos a la comprensión de que para ello es necesario, definitivamente, cambiar nuestra manera de pensar sobre nosotros y los demás, para poder cambiar la manera de relacionarnos con la sociedad, y alcanzar una clara identificación y decidido compromiso con el Proyecto de País: El Socialismo. Es aquí donde cobra importancia capital la jornada de educación popular e ideológica Moral y Luces, anunciada por el Presidente, que nos debe llevar a los más altos niveles de conciencia y comprensión de nuestra responsabilidad en la construcción de la nueva sociedad.
Cuarto Motor: Nueva Geometría del Poder.
Se ha planteado ya la necesidad de que, más allá de los consejos comunales —que son la base fundamental para la instauración de la Hegemonía Popular— se establezcan instancias de participación y decisión ciudadana en los niveles parroquial, municipal y nacional, que vayan desplazando las estructuras burocráticas heredadas del viejo Estado, con las cuales no se podrá avanzar en la construcción del Socialismo, ya que por responder a una concepción individualista, que impulsa a los funcionarios al desmedido afán de lucro y no al servicio colectivo, en su conjunto deviene en un fin en sí mismo.
En esta orientación, el Presidente ha propuesto —fundado en el Artículo 16 de la Constitución Nacional— la creación de los territorios o ciudades federales. Pero, a nuestra apreciación, sería más pertinente, para de verdad lograr la Explosión del Poder Popular en toda la sociedad venezolana y a un mismo tiempo, instituir en los niveles ya anunciados, las instancias de participación y decisión ciudadana, precisamente como la concreción del Poder Popular, del ejercicio directo y efectivo del poder por parte de los ciudadanos, y ya no con la intermediación de estructuras partidistas o burocráticas institucionales; y en ese sentido, lo contemplado sobre esta materia en el proyecto de Ley de Participación Ciudadana y del Poder Popular, podría servir de base para la formulación de estas nuevas estructuras.
Quinto Motor: Explosión del Poder Popular.Si lo que realmente procuramos es el desm ontaje del viejo aparato político del país, para abrirle cauce a uno que otorgue el poder directamente al pueblo, resultará necesario suprimir las aún persistentes intermediaciones de las organizaciones políticas y de las estructuras burocráticas gubernamentales, entre el ejercicio del poder y el Pueblo, para que la Explosión del Poder Popular impulse la instauración de la hegemonía popular, ya activada con la creación de los consejos comunales, pero desarrollando dicha forma de participación y decisión ciudadana también en lo parroquial, municipal, regional y nacional, para reemplazar con ella las estructuras políticas de poder de la sociedad a superar en esos mismos niveles; y de igual manera, garantizándosele al pueblo que nunca más élite alguna —en su supuesta representación— lo desplace del poder. En esto, de manera responsable, habrá de considerarse igualmente la actual universalidad del voto presidencial, porque si no se establece de manera definitiva y para siempre el régimen del Poder Popular en Venezuela, que es la hegemonía popular : el Gobierno de las Mayorías, en este esfuerzo sólo lograremos, aunque con una segura historia romántica —pero también confiscando la esperanza de los pobres del mundo—, arar, otra vez, en el mar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)